viernes, 23 de mayo de 2008

aportes de gente como una... gracias macarena vidal

Hace algunos meses fui al cine a ver el último largometraje animado de la Warner: Happy Feet, la historia de Mumble, un pingüino bailarín que busca encajar en su tribu de colegas cantantes. En busca de su destino, el animal se embarca en una travesía que lo aleja de su hogar (en criollo-contemporáneo-masculino: "se toma un tiempo") en dirección a un encuentro con sí mismo (no sin antes pasar las de Caín como corresponde).
Al inicio de su solitaria travesía (no tiene ni un perro que le ladre y eso que es pinguino) se topa con una patota de sus congéneres de marcado acento centroamericano, devotos del "living la vida loca" (o sea, "los amigotes") e inmediatamente se siente comprendido.
Sin embargo, no pasa mucho antes de que el grupo de aventureros se de cuenta de que no están solos: Gloria, una pingüina linda, inteligente y diva declarada en la Tierra de los Pingüinos Emperadores, que ama a Mumble desde que era un huevo, dejó Dios, Patria y Familia sin pestanear solo para seguirlo. Justo cuando me aprestaba a disfrutar del proceso de inclusión de la chica piola al grupete (y secretamente felicitaba al guionista por esa "lección" para las futuras generaciones), el animal -literalmente hablando- empezó a recitar un repertorio de frases sospechosamente conocidas para las féminas que pasamos los treinta (y que hemos vivido un poco, claro está): "estoy confundido", "esto es algo que tengo que hacer solo", "estoy pasando por una etapa", hasta llegar al inexorable batacazo final: "no sos vos, soy yo".
Sentada ahí, en la oscuridad de la sala semidesierta no pude evitar estremecerme escuchando esa frase en pico de un pingüino animado, en la matinée de una película "infantil". Así sin más, ese bicho 3D nos había condenado a nosotras, las románticas de hoy, mañana y siempre, implantando en las cabecitas de los "novios por venir" (si es que ese término-concepto sobrevive una década más) la respuesta que alimentará su Síndrome de Peter Pan por los siglos de los siglos.
Una hora y media más tarde. el pingüino había recorrido un largo camino para encontrarse a sí mismo...y concluir que él con él no la pasaba taaaaaaan bien. Resultado: Mumble vuelve a la city congelada donde la parentela, amigos y la pingüina!!!!! (aún soltera y disponible aunque tenía fila de galanes) lo esperan con los brazos abiertos y sin ningún cuestionamiento. A la salida, tiré la caja vacía de pop preguntándome si había visto un final feliz...Si la vida es corta y compleja, si no soy yo ni las que vengan porque sos vos...pero vos, al final (como el pingüino) no sos vos sin mi...porque no nos ahorramos el drama y hacemos fast foward al Happy End?
Macarena Vidal glammorama.blogspot.com

No hay comentarios: